Suelen ocurrir a diario cosas increíbles en la Argentina. Esta vez, sucedió en Bernal, cuando una mujer intercambió a su hija de 11 años por un freezer.
La protagonista de esta escabrosa historia es Pabla Cesarina Monzón Aldana, una habitante de Villa Itatí que el año pasado había ido a buscar a la nena a Paraguay. Una vez en aquí, le exigió que trabajara porque necesitaba plata extra para mantener a la familia, compuesta por un padre enfermo y tres chicos más.
El comprador, un vecino de 30 años, la hacía trabajar en un taller clandestino de ollas de aluminio, a la par que abusaba sexualmente de ella.
Como si fuera poco, la víctima contó que no era la primera vez que ocurría: en otras ocasiones la había cambiado por mercadería.
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