Todavía no eran amigos ni sabían lo que el destino iba a depararles. Una foto de hace unos años circula por las redes sociales de cuando Mauro Icardi era un joven de 12 años y le pidió un autógrafo a Maxi López. La situación se dio cuando el rubio delantero jugó enBarcelona y el rosarino recién llegaba a La Masía.
El destino quiso que ese jovencito, que era un admirador, terminara siendo un amigo y luego un enemigo, por terminar quedándose con Wanda Nara. Ahora, las chicanas víaTwitter y las declaraciones polémicas están a la orden del día por la traición del jugador delInter. Sus caminos ya estaban unidos desde el principio.
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