sábado, agosto 26

La bomba enojada





No se calla nada y muestra sus emociones a flor de piel cuando se presenta en la pista de Bailando 2017. En esta oportunidad, Gladys La Bomba Tucumana volvió a quebrar en llanto al descargar su bronca por el vestuario que le preparan para el certamen.
"Peso 65 kilos, le aclaro a todo el público que no soy obesa. Para mí nunca hay ropa porque soy gorda. Para las delgadas hay ropa divina... ese es el problema de las que somos gorditas. Y, por ejemplo, el marrón a mí no me gusta, lo detesto con toda mi vida", disparó la participante, en vivo, mientras lucía un diseño -pensado para el folclore- con un tono que no es de su agrado. 
En ese momento, María Vilariño -la jefa de vestuario- tomó la palabra y aclaró que Gladys tenía dos opciones para ponerse, pero que se definió por el que tenía. Sin embargo, la cantante continuó con su enojo: "Yo tengo que ponerme urgente a dieta para tener cabida en esta sociedad y en el programa... antes de que termine o me echen, así tengo ropa linda", dijo. 
"Nunca lo dije pero tengo problemas con el vestuario. Nunca estoy cómoda y siempre me están queriendo tapar. Todo me queda mal, me queda grande porque creen que cosen para un oso", agregó.
Por último, y antes de presentar su coreo, La Bomba Tucumana se despachó con una queja que sorprendió a todos los presentes: "Lamentablemente, hoy estoy indispuesta, me siento mal, me duele la cabeza y estoy sin dormir", cerró, sin filtro. 

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