Parece que el Salmón sólo vive para pensar en su ex novia y ya ni tiene tiempo para ver a su hija Charo. A Julieta Cardinali, madre de la pequeña, no le preocupa que el padre no pague la cuota alimentaria, sí le molesta que no tenga ningún tipo de contacto con la nena.
Más allá de que hace más de un año que Andrés Calamaro no le pasa la cuota alimentaria que corresponde por su hija Charo a su ex mujer, y madre de la niña Julieta Cardinali, ni paga las expensas del departamento donde viven, ahora el problema es más grande.
Su amor “enfermizo” por Micaela Breque lo alejó no sólo de la misma joven, sino también de su entorno, y de la persona más importante de su vida: su hija. Charo tiene 5 años y vive con su madre, la modelo y actriz Cardinali, a quien no le preocupa tanto la cuota alimentaria que debe pasarle su ex marido sino que el cantante no tiene contacto con la pequeña.
Antes, al menos la veía cada tanto o la llamaba por teléfono, pero en los últimos tiempos ni eso sucede. Es tan malo ese comportamiento que hasta sus colegas repudian sus actos y, en muchos lugares del ambiente del rock cuando el Salmón se acerca, lo ignoran.
