Como reguero de pólvora comenzó a circular la versión de que, si Newell's llega a las instancias finales de la Copa Libertadores, no sólo el Tata Martino se quedará al frente del equipo sino que el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, vestiría la camiseta del club del parque Independencia.
La desmentida no tardó en llegar y el encargado de darla a conocer fue el padre del jugador, quien consultado sobre el rumor disparó: "La verdad que esto es una locura". Fue tajante a la hora de desinflar el globo que habían inflado, por un lado las fantasías de los hinchas rojinegros y por el otro la ansiedad incontenible de las redes sociales.
En declaraciones al diario Clarín, Jorge, el padre de la "Pulga", aseguró: "No voy a hacer ninguna gestión para que Lionel pueda jugar esos partidos. No sería razonable que lo haga". La posibilidad de que el rosarino pudiera ponerse la camiseta de Newell's tenía un aval reglamentario: la Conmebol les permite a los equipos que juegan la Copa Libertadores hacer cambios en la lista de buena fe de sus planteles cuando pasan de ronda.
Esto alimentó los sueños de los hinchas que, más que nada como un deseo, recordaron el antecendente del pase fugaz del Flaco Schiavi a Estudiantes para que dispute la final del torneo continental. Así fue como el rumor adquirió fuerza y desató todo tipo de especulaciones en Twitter y Facebook.
Al parecer el sueño habría sido comentado por un alto dirigente leproso a Jorge, padre del delantero del Barcelona, quien habría tomado de buena manera la idea, sobre todo, porque de esta forma Messi cumpliría su anhelo de jugar en la Argentina y en el club que lo vio nacer.
Las redes sociales se hicieron eco de la ilusión. Si bien algunos hinchas reaccionaron sorprendidos, otros se permitieron dar crédito a la especie y los escépcticos prefirieron expresar que lo mejor es no adelantarse a los hechos y, por ahora, en la revancha con Boca en el Coloso del Parque.
Lo cierto es que la posibilidad existe, porque el reglamento permite la inclusión del jugador, y lo que arrancó como un delirio se imaginó, con la buena voluntad de la dirigencia de Barcelona, que podía darse. El padre del crack del equipo catalán puso paños fríos a las esperanzas de los fanáticos con una sola frase: "Es una locura".
