viernes, mayo 17

Que le regalo Maradona a su hijo?

"Es igualito a mí", suelta el Diez antes de alzarlo y llenarlo de besos. Afuera llueve. Adentro, también. Son las lágrimas de Diego, que deja caer por un instante esa coraza de hombre todopoderoso, para entregarse a la más sana emoción: la de un padre que tiene por primera vez en brazos a su hijo.

Pasan los minutos y Maradona no deja de mirar a Dieguito Fernando, que de repente empieza a llorar. Entonces Diego no lo duda y pide una mamadera. Se sienta con el bebé y se la da con sumo cuidado. Verónica Ojeda (35) observa en silencio la imagen que imaginó tantas noches de soledad. El padre de la flamante mamá también está allí, acompañando a su hija y a su nieto. "Diego se enloqueció con el nene. Lo mimaba, lo besaba, no lo podía creer", le contaría luego a Martín Rojas, periodista de radio La Red AM 910.

En un momento, Diego saca algo de su valija. Es una cruz de oro, igual a la que usa él habitualmente. Se acerca a su hijo y se la coloca simbólicamente. Y se vuelve a emocionar en la noche de Ezeiza, en esa casa-quinta del barrio El Trébol donde convivió varios años con Verónica, confirma el portal de noticias Ciudad.com

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