"Cuando bajé no podía ver por tanta cantidad de gas. Solamente le grité que iba a morir gente", relató el encargado sobre el escape de gas.
Consultado por lo que hizo el gasista cuando vio que se le fue de las manos la situación, Pedro contestó: "Me dijo que estaba llamando a emergencias, pero después agarró su chata y se fue".
"Yo vi que explotaba eso al lado de mi cara. ¡Por dios!", expresó Pedro casi al borde del llanto mientras se dirigía al hospital para averiguar por el paradero de una vecina.
"Quiero saber de Lidia, una persona mayor que yo cuidaba todos los días, de casi 80 años, quiero saber de ella por eso estoy acá", dijo Pedro angustiado y entró al centro médico.
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