El hombre no se atrevió a confesárselo a la novia Amy Williams porque, según afirmó después, “la boda era de lo único de lo que hablaba" y en vez de decir la verdad llamó a la comisaria de Liverpool y, disfrazando su voz, dijo: “No es una llamada falsa. Hay una bomba en el Salón de San Jorge y estallará en 45 minutos".
Amy Williams se quedó parada frente al salón de fiestas mientras se llevaba a cabo la evacuación por la supuesta bomba.
Finalmente, la mentira del novio fue descubierta, tras lo que Neil fue arrestado y en su confesión aceptó que había olvidado hacer el papeleo necesario para reservar el salón de fiestas de su boda y le pareció buena idea inventar la amenaza de bomba para salir del apuro. Ahora un juez de Liverpool lo ha condenado a 12 meses de cárcel.
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