Es una de las actrices más exitosas de su generación, es bella y pasa por un gran momento personal. Carla Peterson (40), a punto de debutar con Venus en la piel, junto a Juan Minujín en elPaseo La Plaza, habló con la revista Ohlalá y, en una extensa charla íntima, se refirió a cómo tomó el ACV que sufrió su papá, hace cinco años.
Casada con Martín Lousteau (44), con quien es madre de Gaspar (2), Peterson contó: "Mi papá se enfermó de golpe, tuvo un ACV hace cinco años. Esas son situaciones en las que algo cambia para siempre. Y es entonces cuando aprendés un montón. Sobre todo, aprendés a aceptar. Me acuerdo de que, apenas lo operaron, me llevaron a un lugar y me enseñaron cómo sentarlo en una silla de ruedas. Yo dije: 'Pará, esto es para cuando yo sea más grande'. Mi papá tuvo que aprender otra vez a caminar, a hablar, a agarrar un tenedor, como un chico... Todo de nuevo. Es muy fuerte porque es algo que no te esperás que suceda, y ahí sí, es crecer y cambiar de golpe".
Carla siguió: "Nos vemos una vez por semana. Ayer pasó por casa, por ejemplo, pero él no se recuperó del todo. No se moviliza solo. Lo que hicimos fue armar todo un sistema de llevar, traer, estar. Su mujer lo ayuda mucho. De todas maneras, según dónde te afecta, podés hacer una cosa u otra.Él no puede hablar, pero canta. Se comunica diciendo algunas palabras, haciendo gestos que a veces no se entienden. Por ejemplo, mi nombre no lo puede decir, pero puede cantar canciones enteras. La música está en la parte emocional, no tiene que razonar para pensar, en cambio, mi nombre sí lo tiene que pensar. Reconoce a todo el mundo, vos lo ves y parece que estuviera perfecto aunque no puede hablar, pero cuando canta, canta. O puede rezar, expresar esas cosas que uno no las piensa, las que aprendió hace mucho. Hay algunos métodos para aprender a hablar con música, él hace eso, pero digamos que no le estaría saliendo muy bien...".
Sobre su sentir respecto a la situación, la actriz dijo: "A veces no lo puedo creer, yo cumplo 41 años. Mi papá era muy joven, le pasó a los 64. Yo tenía una abuela de 97, la mamá de él, que se murió el año pasado. Como decía, no me lo esperaba. Mi mamá viaja, va, viene, todavía me ayuda a mí, por eso esto fue muy desconcertante. En mi vida todo se fue dando siempre de manera bastante normal, tranquila. Pero esto fue algo que se adelantó. Y yo cambié muchísimo, porque de lo que me hizo darme cuenta es de que estas cosas le pueden pasar a una. Hay cosas que las sabés pero, hasta que no te pasan, no las sentís".
Peterson continuó: "Mi papá era mi súper héroe, él era aviador presidencial, era genial. Cuando era chiquita, iba en los vuelos con él, pasaba con un helicóptero por el jardín de mi casa. Es tremendo. Lo bueno que tiene mi papá es que no perdió su alegría. Y eso me enseña mucho. Él siempre fue muy divertido, muy friendly y eso no lo perdió, canta todo el tiempo y eso lo salva. Sigue haciendo chistes y eso es lo que reconozco, aunque no es el mismo papá que yo tenía. Me he deprimido, pero poco. Lo que sucede es que es lo natural, entonces intento aceptar".
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