A veces, el juez del Tribunal Colegiado de Familia Nº 5, Marcelo Molina, escribe sobre las experiencias que lo conmueven en su rol judicial. Esta vez, más precisamente antenoche, colgó en su muro de Facebook un texto en el que, con pocas palabras, pintaba la realidad de una nena a quien le urgía encontrar familia. "Beo tiene diez años, es delgada, pequeña, muy dulce y amable. Juega y se sonríe frente a mí, no me conoce pero sabe que algo tengo que ver con su futuro. Beo cruza miradas cariñosas con la persona que la acompaña desde el Hogar donde vive desde hace ya unos años, muchos, demasiados", dice Molina. Pocas horas después, a la sede local del Registro Unico de Aspirantes a Guardas Preadoptivas (Ruaga) ya habían llamado más de 40 personas de Santa Fe y otras provincias ofreciéndose, solas o en pareja, para adoptar a la niña. Las entrevistas empezarán esta semana y servirán incluso para sondear la chance de hallar hogar a otros más de 20 chicos que también están en situación de adoptabilidad o es inminente que se los declare en ese estado.
El mensaje del juez para explicar qué lo llevaba a
buscar una alternativa para Beo (nombre ficticio) a través de las redes
sociales fue breve y sensible. "La infancia de Beo no ha sido como la
mía, quizá —casi seguro— tampoco como la de ustedes. Su familia no pudo
cobijarla. Y nosotros, los de las Convenciones, las Constituciones y los
Derechos, no hallamos aún otra que la reciba y le garantice su «derecho
a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados
tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales». Ella es
distinta, derrama más amores que palabras y nos demanda, nos emplaza.
Beo necesita una familia".
Con esa contundencia, las palabras obraron el milagro de tocar corazones.
Y a las pocas horas de que los medios de comunicación
se hicieran eco de ese llamado público, sólo en la sede rosarina del
Ruaga ya se habían recibido más de 40 ofrecimientos, sin contar otros
tres que le llegaron directamente al juez y otros tantos que se suponía
podían estar recepcionando otras áreas gubernamentales, como el Area de
Niñez o la Subsecretaría de Inclusión para Personas con Discapacidad
(porque Beo tienen un retraso madurativo vinculado con el habla).
La propia directora provincial del Ruaga, Selva
Degiorgio, actualizó algunos datos para LaCapital para poner en
perspectiva la situación de la niña y contó que actualmente hay en el
Nodo Rosario poco más de 800 inscriptos dispuestos a adoptar, cifra que a
nivel provincial asciende a 1.500.
En lo que va del año, aproximadamente unos 20 hogares
del nodo recibieron a un chico en adopción, mientras que otros 20 nenes
de 8 años en adelante —la mayoría incluso mayores de de 12—, contando
todos los nodos, aguardan aún por la aparición de una familia que los
acoja como hijos. Varios de ellos, hermanitos.
El caso es que Molina decidió apurar los tiempos para
resolver la situación de Beo apelando a una vía poco convencional.
Prima facie, al menos por las alternativas que ya empezaron a pintarse,
la audaz movida valió la pena.
La regla. En un procedimiento de
rigor, para llegar a una adopción intervienen Niñez y Adolescencia y,
una vez declarado el chico en estado de adoptabilidad, también la
Justicia y como último eslabón el Ruaga, registro que se construye
puntillosamente a partir de la inscripción de los interesados.
Pero en el caso de esta nena, contó el juez, como no
aparecieron postulantes para adoptarla, decidió hacer pública su
necesidad de encontrar cariño y cobijo en un hogar que transforme en
definitivo.
"Ella tiene una realidad compleja en serio", dijo el
juez. Después de que Niñez decidiera desvincularla de su familia
biológica —oriunda de la zona de Rosario y atravesada también por
problemáticas vinculadas a la salud mental—, a sus apenas 6 años empezó a
transitar por distintos hogares y hasta vivió el intento de una familia
por adoptarla, que finalmente no funcionó.
"Por eso no hay que juzgar a quien dice «no puedo
adoptar a este chico o esta chica». Siempre es preferible admitir que no
se puede, a avanzar y después retroceder", alertó Molina. "Una persona
que lleva años esperando adoptar y admite sus limitaciones debe ser
respetada y comprendida, porque se trata de situaciones dolorosas",
opinó.
De aquí y de allá. De hecho, los
teléfonos del Ruaga Rosario sonaron bastante ayer para plantear un mismo
tema: el deseo de adoptar a Beo. Según detalló Degiorgio, se recibieron
"muchísimos llamados de Rosario, Santa Fe y Rafaela, pero también de
otras provincias, como Córdoba y Buenos Aires".
No todos los ofrecimientos —algunos incluso en forma
presencial— surgieron de gente ya inscripta en el Ruaga, por lo que la
primera sugerencia fue que se anotaran formalmente para poder
candidatearse.
"Se da el proceso inverso de lo que venía ocurriendo,
porque hasta ahora nuestros inscriptos pudieron adoptar en otras
jurisdicciones y ahora se daría al revés", explicó.
Como sea, ya comenzaron a entregarse turnos para
realizar entrevistas esta misma semana. Pero la expectativa va bastante
más allá incluso de la propia Beo: nadie niega la ilusión de que algunas
de las familias interesadas en adoptar a la nena contemplen también la
posibilidad de hacerlo con alguno de los otros cerca de veinte chicos
que están a la espera.
De hecho, el juez Molina dijo saber que un nene de
más de 10 años ya enfrenta dificultades para ser adoptado. "Y lo cierto
es que en general tenemos chicos grandes, incluso algunos hermanos, pero
bebés llegan pocos".
Pese a todo, "siempre se hallaron familias dispuestas
a contenerlos, incluso a adoptar hasta tres hermanos juntos". Haciendo
memoria recordó otro caso: una persona que adoptó dos hermanitos,
mientras otra lo hizo con un tercero. Pero ambos hogares funcionaron en
red, lo que logró preservar el vínculo entre los chicos.
Dónde deben concurrir quienes estén interesados
El juez Marcelo Molina, junto a la Dirección Provincial del Registro Unico de Aspirantes a Guardas Preadoptivas, también convocó formalmente a quienes quieran brindar cuidados tendientes a satisfacer las necesidades afectivas y materiales a esta niña de 10 años a través del instituto de la adopción. También comunicó que “la declaración en situación de adoptabilidad se encuentra firme y se está en condiciones de otorgar guarda con fines de adopción”. La familia que sea seleccionada podrá contar con la asistencia de la Subsecretaría de Inclusión para Personas con Discapacidad en función de los particulares requerimientos de la nena. Los interesados —que pueden estar solos o en pareja, casados o no, y deben tener más 30 años— deben concurrir al Ruaga Rosario (Santa Fe 1950), teléfonos (0341) 472-1825, de 9 a 16.
No hay comentarios:
Publicar un comentario