El nuevo billete de 10 pesos ya no tendrá al Monumento a la Bandera y el perfil de Rosario en su reverso. El flamante papel moneda, que el Banco Central de la República Argentina puso en circulación el lunes aunque hasta ayer no había llegado a la ciudad, mantiene el rostro del general Manuel Belgrano en su frente, pero al revés muestra una escena de la primera jura de la bandera a orillas del Paraná, con una licencia histórica: la imagen sobreimpresa de Juana Azurduy como homenaje a las mujeres en la gesta patria.
Pese a que el billete ya había sido presentado en el 2014 por la entonces presidenta Cristina Kirchner, su aparición pública abrió la polémica. "La verdad es que a los rosarinos nos duele y enoja", se sinceró el director del Monumento a la Bandera, Hernán Colautti, mientras que el vicepresidente del Instituto Belgraniano y miembro de la Junta de Historia de Rosario, Miguel Carrillo Bascary, consideró "lamentable que se haya eliminado la viñeta de la ciudad y su emblemático monumento, el que inequívocamente la sindicaba como Cuna de la Bandera".
En rigor, para las autoridades locales no se trató de una novedad porque en el acto del 20 de Junio de hace dos años ya se habían presentado las imágenes de las dos caras del futuro billete.
"Fue un cambio inconsulto y al enterarnos sentimos una gran desazón", dijo Colautti, para afirmar que la imagen más emblemática de la ciudad circulando de mano en mano "como moneda nacional en curso era un orgullo para todos los rosarinos". Por eso, sentenció, el cambio resultó "chocante".
También justamente por eso, quien estuvo al frente de los festejos por el 50º aniversario del Monumento a la Bandera y volverá a estarlo el año próximo por sus 60, el historiador Miguel Angel De Marco (h), adelantó ayer que "uno de los primeros objetivos" de la comisión que organizará esa conmemoración pasará por pedir a la Nación que "restituya" la imagen al billete.
"El Monumento funciona como un ícono aglutinador de la identidad rosarina y por eso tiene una fuerza visual que se impone", aseguró.
El investigador recordó incluso una anécdota ilustrativa. "Al enterarse de esto me dice un peluquero, muy ofendido: «¿Usted que es historiador, no puede hacer nada? ¿Cómo nos van a hacer esto?». Esa vox populi está diciendo que la eliminación de la imagen es sentida como algo muy lesivo a la propia identidad".
Carrillo Bascary no sólo lamentó la desaparición referencial de la ciudad como Cuna de la Bandera en el billete, sino que también puso en duda la "fidelidad histórica" de la nueva elección al "sobreimprimir escenas".
Por un lado, la del primer izamiento de la celeste y blanca frente al Paraná (pues hay que recordar que la primera jura fue posterior, frente al cabildo de Jujuy) y, por otro, la de la imagen tradicional de Juana Azurduy, "una gran patriota", pero que poco tiene que ver con la creación de la bandera.
"Si querían homenajear el papel de la mujer" en el proceso de emancipación, pero ligarlo a la vez con la enseña patria, dijo Carrillo Bascary, "podrían haber elegido la figura de Catalina Echavarría de Vidal, hermana de Vicente Echavarría, que era amigo de Belgrano, quien cosió la primera bandera enarbolada". Y no de tres franjas como tiene hoy sino sólo de dos.
En la nueva imagen se leen muy chiquitas las palabras con que Belgrano hizo jurar a sus solados por la libertad.
"Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo ¡Viva la patria!".
Y abajo, las que aluden a Juan Azurduy, "la flor del Alto Perú, heroína de la Patria Grande que luchó por la gesta de la independencia".
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